Gobierno borró proyecto sobre pasaportes de migrantes venezolanos, pero la preocupación sigue latente

Desde 2021, los venezolanos migrantes, que han partido de Venezuela por cuenta del régimen de Nicolás Maduro, pueden permanecer en Colombia sin importar si se venció su pasaporte.

Un proyecto de resolución que pretendía tumbar esta medida y restablecer la obligatoriedad del pasaporte preocupó a la comunidad venezolana en el país, pero menos de dos días después el documento desapareció.

Ahora el presidente Gustavo Petro y el canciller Luis Gilberto Murillo lo desacreditan, pero estudiosos en asuntos de migración venezolana mantienen su preocupación.
 

"Mi gobierno no exigirá pasaporte a los migrantes venezolanos" 

En la mañana del 26 de abril, cuando el proyecto estaba recibiendo todo tipo de críticas, el mandatario negó que fuera real. “Esto no es cierto" -trinó Petro-. Mi gobierno no exigirá pasaporte a los migrantes venezolanos”.

Después, Murillo regañó a sus funcionarios. Dijo que debían entender que “la filosofía de este Gobierno no es ponerle trabas a la población migrante o que está en movilidad humana, sino facilitarle su acogida”. Según una fuente de la Cancillería, la medida se habría tomado sin consultarle al ministro y los responsables serían de la oficina de visas.

No obstante, para Gisela Serrano, vicepresidenta de la fundación Mahuampi Venezuela, esto es poco creíble y no piensa que una publicación semejante podría salir de forma “inconsulta”. “Es alarmante para nosotros ver este proyecto de ley que deroga una norma que buscaba generar la integración y regularización de la población”, opina. Dice que la situación de su país sigue siendo crítica, aunque las cosas hayan mejorado con respecto a años anteriores.

Que las relaciones entre ambos países se hayan restablecido, reabriendo consulados en ciudades como Medellín, Cartagena, Cúcuta, Bogotá y otras, no implica que el salario de los venezolanos promedio haya crecido lo suficiente ni que sus condiciones sean óptimas. Esto importa en la discusión porque cientos de venezolanos siguen cruzando las fronteras por la falta de oportunidades en su país.

El costo de un pasaporte de adulto por diez años es de 216 dólares; el pasaporte para niños y niñas entre 3 y 17 años por 5 años cuesta 162 dólares y el pasaporte para los menores de 3 años, con vigencia de 3 años, es de 108 dólares, según un artículo reciente de Bloomberg. Ese valor tiene una adición de un arancel que tienen que pagar en el momento de la cita. Según María Gabriela Trompetero, académica venezolana experta en migración, estos gastos consulares pueden ascender a los 120 dólares.

En contraste, el salario mínimo en Venezuela es de apenas 3,5 dólares, 130 bolívares. Allí, una persona tendría que trabajar 61 meses o cinco años para poder pagar solo un pasaporte. En Colombia, las familias de venezolanos suelen tener cerca de cuatro integrantes, según Serrano. Entonces, tendrían que reunir cerca de 6 millones de pesos para poder costear los documentos para todos.

Trompetero ve con preocupación que la medida, en efecto, se hiciera realidad. Asegura que tendría múltiples consecuencias en el ingreso, tránsito y permanencia de los migrantes. Primero, porque quienes tuvieran que cruzar la frontera por cualquier razón y no contaran con un pasaporte vigente, terminarían usando trochas y estarían expuestos a los grupos criminales.

Segundo, la mayoría de los venezolanos que cruzan el Darién no tienen pasaportes actualizados. Con esta medida, tendrían que transitar por vías todavía más peligrosas. Y tercero, debido a la falta de recursos para pagar un pasaporte nuevo, los migrantes tendrían que irse de Colombia o quedar en un ya complejo limbo jurídico por no contar con el documento que vale más de lo que muchos ganas al mes. 

“La parte de la diáspora venezolana (a quien el régimen ya le puso las mil barreras para no lograr la actualización de su registro electoral) que no tenga pasaporte vigente, no podría regresar a Venezuela por vías regulares para votar si viene desde o a través de Colombia”, añade.

Trompetero también habla del flujo pendular de personas que cruzan la frontera con frecuencia, pero no viven en Colombia. “¿Qué pasaría con ellos en caso de que se exijan pasaportes vigentes?”, se pregunta.

Para Trompetero, la desaparición del borrador quizás se deba a la presión mediática y de las redes sociales ejercida por cuenta del documento. En 2023 pasó algo similar: Migración Colombia publicó cifras actualizadas de población venezolana en el país y después, sin explicación, las borró durante meses. 

El documento desapareció, pero la preocupación sigue vigente porque la expedición de la regulación que restablecería la exigencia de los pasaportes no sería contraria a la estrecha relación de Nicolás Maduro y Petro. Aparte del cierre de la Gerencia de Fronteras, el apoyo a la deportación de venezolanos desde Estados Unidos y la demora en la publicación de una nueva política de regularización, como explica Trompetero, son algunas de las medidas que preocupan.